Autora: Jane Austen
Título original: Pride and prejudice
Año: 1813 Páginas: 424 Género: Novela epistolar, sátira |
Orgullo y prejuicio
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Hacía demasiado tiempo que quería ponerme a leer a Jane Austen, concretamente ésta novela. Las adaptaciones cinematográficas de sus libros siempre me han fascinado y la adaptación de Orgullo y prejuicio de 2005 es una de mis películas favoritas así que ya no podía posponerlo más. Me hice con una de sus mil ediciones y empezé a devorarla.
Recuerdo que al principio de la novela me sorprendió la narrativa, esa tercera persona o narrador omnisciente que todo lo sabe y todo te describe. Me encanta la sutileza de su escritura y ese vocabulario tan refinado que se utilizaba en aquella época. Confieso que tuve que echar mano del diccionario en muchas ocasiones, algo que me parece maravilloso: riqueza gramatical a cascoporro (me acabo de cargar la toda la elegancia con esa palabra, lo se).
El libro comienza con un disparatado diálogo entre el matrimonio Bennet que discute sobre la llegada de cierto joven adinerado y el interés de la madre por casar a una de sus hijas con él. Aquí se presenta el tema principal de la novela: la obsesión de la madre por casar a sus hijas. Poco a poco, la autora, nos va presentando a toda la familia y vecindario, de una forma muy sutil, poco a poco, despacito y con buena letra va descubriendo sus personalidades, perfilándolos, pero no con descripciones directas en párrafos eternos, si no mostrándonos como son mediante sus actitudes, diálogos y decisiones. Se nos presentan más personajes y todos y cada uno de ellos perfectamente elaborados hasta el más mínimo detalle, adornados con una ambientación exquisita, donde todo junto forma un espectacular retrato de la época y sociedad del siglo XVIII.
Vamos a lo interesante de la novela (personalmente hablando): la relación de la protagonista Elizabeth Bennet con el adinerado señor Darcy. Es una relación realmente singular que se aleja del clásico romance de "yo te miro, tú me miras, nos amamos". Él, arrogante, orgulloso y ricachón que parece mirar siempre por encima del hombro a todo el que pasa por su lado. Ella, prejuiciosa, orgullosa, inteligente, audaz y demasiado desvergonzada para lo que se espera de una mujer de esa época. Empiezan juzgándose mal, y tras muchos malentendidos, peleas y diálogos sarcásticos, dejan a un lado los prejuicios y comienzan a cambiar su opinión sobre el otro y a descrubir sus sentimientos. Vuelvo a repetir la maravillosa evolución de los dos personajes, como va surgiendo algo inesperado, que les cuesta aceptar pero que poco a poco consiguen asumir. Que están enamoraddos más allá de la época y sus diferencias sociales, más allá de la gente que les rodea y sus prejuicios y más allá de cualquier barrera que ellos mismos ayudaron a crear. Es maravilloso. No se como expresar lo enamorada que estoy de esta historia (como la gran mayoría de la humanidad, estoy segura).
Otra de las cosas que me fascinan es que esté escrito en la misma época que transcurre la novela. A Jane Austen, ya sea por la historia o por como la cuenta, se la ve adelantada a su tiempo, con carácter y sin miedo a criticar la sociedad en la que vivía. De ahí que su narrativa tenga ese toque sátiro, ese humor Austeniano que a todo le mundo le gusta y esa forma de ridiculizar la época en la que vivía, retratándola de hipócrita y superficial, y con la que queda claro que no estaba de acuerdo. Sin duda, fue valiente al escribir así, en un tiempo en que, por desgracia, la mujer estaba infravalorada. Esto solo hace que crezca mi admiración por ella.
En definitiva, es una gran novela, perfectamente ambientada, con un amplio abanico de personajes, diálogos maravillosos y mordaces, personajes dispares, muy bien desarrollados y algunos ridiculizados en forma de crítica social. Irónica y crítica a partes iguales, delirante, romántica sin pretenderlo y clásico imprescindible.
Puntuación:





Sleek kisses!
Carola C.Marin