Autora: Diana Gabaldon
Título original: Dragonfly in Amber
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Atrapada en el tiempo
Segundo libro de la Saga Outlander
Género: Romántico, histórico | Editorial: Salamandra Año: 1992 | Páginas: 672 | Reseña de Outlander |
*La reseña contiene spoilers. De hecho hasta la sinopsis contiene spoiler asi que ¡A leerse el primer libro!*
Tras el perfecto y precioso final de la primera parte de esta Saga, abrí el libro con un ansia voraz de saber más y más sobre la historia de Claire y Jamie Fraser. Pues bien, quise cerrar el libro nada más abrirlo. Tal fue mi estupefacción cuando leí la sinopsis que, literalmente, cerré el libro y no volví a abrirlo hasta unas semanas después. ¿Veinte años después? Así por que sí, ¿enserio? Mi cabreo fue en aumento pero... en fin, empezaré por el principio.
El libro comienza en Inverness, Escocia. Hasta aquí todo bien pero seguimos avanzando y nos damos cuenta que estamos en el año 1968 (esto no es lo que me prometieron, yo quiero volver a donde me los dejé en el primer libro -.-) con un hombre narrando en primera persona. Roger Wakefield, hijo adoptivo del reverendo Wakefield (que anteriormente ya habíamos conocido en el primer libro) ha vuelto a la casa de su padre, recientemente fallecido, a empaquetar todas sus pertenencias y libros. Mientras vamos leyendo, por lo menos a mí me pasó, aumenta el desconcierto porque no sabemos que hacemos ahí y por qué razón nos están contando la historia de Roger. Suena el timbre y al abrirse la puerta aparece una joven muy alta, pelirroja, con nariz alargada y ojos rasgados (¿os suena?) y justo al lado una mujer adulta, seguramente su madre, muy elegante y con unos rizos salvajes (os tiene que sonar). Tras las presentaciones nos encontramos a Claire Randall y a su hija Brianna Randall. Lo que me pude cabrear con lo de "Randall" al final de cada uno de los nombres... ¿Randall, enserio? baaaah.
A partir de aquí se nos presenta a Claire visitando Inverness veinte años después de su viaje al pasado, con su hija, para averiguar qué pasó en la batalla de Culloden de 1746 (y sobre todo qué paso con su marido Jamie). Roger, como gentil y buen historiador, acepta de buena gana ayudar a la mujer y a su hija con la búsqueda de información sobre dicha batalla, la rebelión jacobita y la caída los clanes. Leer esta parte es realmente doloroso porque no sabes qué pasó para que Claire regresara a su tiempo, ni qué pasó con Jamie. Claire cada vez está más obsesionada con la búsqueda y esa insistencia hace que su hija Briana y Roger se empiezen a preguntar qué está pasando. Tras varios descubrimientos y dolorosos recuerdos, Claire decide que ya es hora de contarle la verdad a su hija. Contarle que viajó al pasado, contarle quién fue en realidad su padre. Jamie Fraser.
Es hora de volver al siglo XVIII, justo donde nos dejamos a nuestros queridos protagonistas al final del primer libro (¡por fin!). En este momento ya respiré tranquila sabiendo que se aclararía lo que sucedió para que Claire regresara a su tiempo (buena jugada Diana, manteniendo la intriga desde el primer capítulo). En el año 1746 se llevaría a cabo la batalla en la que Carlos Estuardo reclamaría el trono escocés y Claire como mujer del futuro conoce los acontecimientos y su final así que trama junto a Jamie impedir que esa guerra se lleve a cabo. Los protagonistas viajan a Francia y se establecen allí como comerciantes adentrándose así en las altas esféras de Francia, con el famoso Carlos Estuardo (Bonnie Prince Charlie) y el mismísmo rey Luis de Francia. Conoceremos a personajes nuevos (y muy importantes) como el pequeño Fergus, un jovenzuelo huérfano, descarado y con un sentido de la fidelidad increíble, al que Jamie contrata para robar la correspondencia del rey Jacobo a su hijo Carlos para impedir a toda costa la financiación del levantamiento Jacobita. También conoceremos a Mary Hopkins, que iremos descubriendo su futuro vínculo con el despiadado y odiado Jack Randall (sí, vuelve a salir en este libro y sigues queriendo matarlo). Transcurren las páginas y vemos a los protagonistas inmersos en líos de intereses, alianzas y política. Mientras Jamie intenta aliarse, siempre con el objetivo de evitar la rebelión jacobita, Claire asiste de enfermera en un convento francés.
La parte final del libro transcurre con la vuelta de Claire y Jamie (y el adorable Fergus) a Escocia. Seguimos con la trama de la rebelión jacobita y la alianza con Carlos Estuardo. Leeremos batallas, momentos de gloria para el ejército de Jamie el Rojo, que así se conocerá a Jamie por sus hazañas como cruel y despiadado soldado, victorias, huidas, la caída de unas personas que lo único por lo que lucharon fue por defender el honor de sus clanes, de su nombre, sin saber que la causa estaba perdida. La batalla de Culloden se acerca y como lector sabes que Claire regresó a su tiempo ese año, así que cada vez estás más nervioso y necesitas saber qué pasó. Nadie puede evitar lo sucedió aquel año o ¿podrán Jamie y Claire cambiar el rumbo de la historia?
Aunque me gustó menos que el primero, sigue siendo una novela adictiva. Diana Gabaldon describe la época y cada detalle con un mimo, delicadeza y conocimiento increíble. Te pone en la piel de todas y cada una de las situaciones con escenas tensas y vibrantes y amplía generosamente la lista de personajes. Esta novela rodea más el género histórico así que no viene nada mal ampliar un poco nuestro conocimiento sobre el contexto histórico de la época, aunque la autora lo escribe suficientemente claro para no perdernos. Diana sabe como mantenernos intrigados hasta el final con esos flashbacks y con ese juego de saber qué pasa al final sin saber qué sucedió al principio. Bien jugado Diana. Je suis prest!
Puntuación:
Sleek kisses!
Carola C.Marin